El diario uruguayo El País divulgó una serie de correos electrónicos que revelan más detalles sobre cómo se habría armado la subasta frustrada de siete aviones de Pluna SA en octubre de 2012. La correspondencia, que fue facilitada por el principal accionista de Cosmo, Antonio Álvarez, fue intercambiada con Hernán Antonio Calvo Sánchez, entre el 1 de octubre de 2012 y el 27 de noviembre de ese año. Los correos dejan en evidencia que Calvo actuó bajo las órdenes del empresario Juan Carlos López Mena y que se presentó usando su segundo nombre y su segundo apellido a conciencia, para que la prensa no lo vinculara con Buquebus. Queda también registrada una transacción bancaria de BQB a la aerolínea española, de la que estuvieron en conocimiento al menos tres funcionarios de la naviera. Desde la oposición se sucedieron las críticas y los llamados para que la Justicia amplíe la investigación sobre el caso y en particular sobre el otorgamiento del aval del Banco República a Cosmo. En uno de los correos, Calvo Sánchez escribió al dueño de Cosmo: “Tal como hablamos por teléfono, voy a presentar la oferta para los aviones de Pluna. En cuanto termine te llamo y te cuento que tal salió. Obviamente que no implica ningún compromiso para Cosmo, quizás algo a nivel mediático. Te aviso por si algún periodista llamase a tu oficina (no creo), pero en tal caso diles que tienes un funcionario en la subasta (no des nombres tampoco), y si preguntan no digas que tienes relación con Buquebus”. Veintidós minutos después, Calvo Sánchez volvió a escribir desde la misma casilla, diciendo lo siguiente: “Acaba de terminar la subasta. Hemos ganado, Cosmo se ha quedado con los aviones por US$ 137 millones. No te preocupes, que estoy negociando para que los recompre el Estado en este mismo momento…Y se los alquilará seguramente a BQB”. Mientras se chequea legalmente la veracidad de los correos, el denominado Plunagate parece estar muy lejos de terminarse…
