En enero de 2013, desde Olivos, Cristina Fernandez de Kirchner sostuvo públicamente, con intención de disimular los resultados de Mariano Recalde en Aerolíneas Argentinas, que “todas las aerolíneas del mundo, absolutamente todas, eran deficitarias”. Las estimaciones de ganancias para este año dadas a conocer por IATA esta semana dicen, en cambios, que el conjunto de las aerolíneas a nivel mundial ganará 18.000 millones de dólares. También que el margen de rentabilidad de 2,4% es muy bajo -no es nnguna novedad- para una industria que facturará en 2014 U$S 746.000 millones, equivalente al 1% del PIB mundial. Es cierto que algunas ganan y otros pierden. Como también que entre las primeras hay aerolíneas que ofrecen un buen servicios, invierten con recursos propios en reequipamiento y ganan. La situación económica financiera de Aerolíneas, es evidente, no es un problema extendido. Aunque los números de la empresa son un misterio, fuentes como la Auditoria General de la Nación y otras reparticiones oficiales permiten conocer el flujo incesante de fondos del Tesoro a la empresa. Un rumor inquietante comienza a sobrevolar la situación del grupo y es que los balances podrían dejar al descubierto que las pérdidas de Aerolíneas más Austral podrían ser mayores a las de la época de Marsans…inclusive en 2008, año que Recalde suele definir “como de pérdidas monstruosas”
