Las concesionarias de los aeropuertos de Guarulhos y Viracopos manifestaron su oposición a la iniciativa de construir el denominado Nuevo Aeropuerto de San Pablo (NASP). Y es que ambas participaron de las licitaciones con el compromiso del gobierno brasileño de no realizar esa obra de infraestructura. Sin embargo el Gobierno Federal sigue adelante con la iniciativa que podría demandar una inversión de US$ 2.200 millones y que tiene como principal impulsor al estudio de diseñó el NASP, Camargo Correa y Andrade Gutiérrez (AGSA). La empresa diseñó la nueva terminal y la ubicó en la ciudad de Caieiras, periférica de San Pablo y distante de ésta por sólo 37 kilómetros. El proyecto contempla un aeropuerto que podrá soportar 50 millones de pasajeros al año, contaría con dos pistas paralelas, una terminal de pasajeros de 340 mil metros cuadrados y una terminal de carga de 70 mil metros cuadrados. Si la iniciativa NASP sigue en marcha, las concesionarias podrían reclamar legalmente una revisión de los términos de sus contratos de concesión.
