Por décadas fue el avión comercial de pasajeros más grande del mundo y un éxito en ventas. Pero la industria parece haber dado un giro en los últimos tiempos y cada vez son menos estos gigantes del aire que se ven en los aeropuertos. Boeing ha reducido sus objetivos de producción dos veces en seis meses. Según la última información, el fabricante producirá apenas 18 de esos modelos en los próximos dos años. En el 2013, Boeing no había vendido una sola de esas aeronaves hasta octubre cuando Korean Air compró cinco. Boeing insiste en que está comprometida con los 747, y proyecta que regiones como Asia serán un gran mercado. Pero la mayoría de las aerolíneas simplemente no desean naves enormes de cuatro turbinas. Prefieren las más ágiles y pequeñas, que tengan sólo dos turbinas y que alcancen la misma distancia usando menos combustible. Boeing empezó a fabricar los 747 a fines de la década del sesenta. Su año de mayor producción fue 1990, con 122. En total, Boeing vendió 1.418 B747 antes de modificar el diseño en el 2011. Hasta el momento, las aerolíneas han ordenado 31 aviones modelo 747-8, el sucesor del 747. En contraste, han pedido 979 de los 787 Dreamliner, que son más pequeños pero más eficientes en el consumo de combustible. Las expectativas no son buenas para este histórico aparato.
