Tras romper las negociaciones con David Neeleman, dueño del 45% de Transportes Air Portugal-TAP, el gobierno socialista de Antonio Costa ha decidido avanzar en la nacionalización de la compañía aérea. El centro de la discusión es un paquete de ayudas por € 1.200 millones y las condiciones exigidas como contraprestación. “TAP es demasiado importante como para que el país pudiera permitirse el lujo de perder la compañía”, comentó Pedro Nuno Santos, ministro de Infraestructura de Portugal. El gobierno posee el 50% de las acciones de la compañía. El otro 45% está en manos del consorcio denominado Atlantic Gateway, integrado por el mencionado Neeleman y el empresario luso Humberto Pedrosa.
