NORWEGIAN PODRÍA VENDER AVIONES QUE AÚN NO RECIBIÓ -Y DESPUÉS ALQUILARLOS- PARA GENERAR LIQUIDEZ

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Mientras en la Argentina Norwegian esperan la llegada de su segundo B737-800 – ¿habrían invitado al ministro Guillermo Dietrich a viajar a Oslo y venir en el avión? -, que les permitirá sumar desde el 19 de noviembre vuelos a Iguazú y Neuquén, en Europa la dirección financiera de la compañía madre anticipó que recién en dos meses se conocerán los planes para reducir gastos. Esto no solamente podía implicar recortar servicios, sino también la venta de toda o parte de su flota para de esa manera conseguir liquidez. El director financiero de la compañía, Geir Karlsen, admitió que la aerolínea noruega tendrá que tomar decisiones “en las próximas semanas” para recortar más líneas que no están yendo como se esperaba, al tiempo de reconocer que el impacto económico derivado del problema con los motores Rolls Royce de la flota B787 se arrastrará hasta entrado febrero. La venta de los aviones sería a una nueva sociedad en la que también estaría Norwegian, aunque no tendría la mayoría. La venta de unos 140 equipos (tienen ordenados a Boeing y Airbus 210 aviones) le permitiría a la empresa recuperar unos U$S 960 millones, lo que le posibilitaría aligerar su deuda, reducir intereses y tener un poco de margen. Aunque a partir de entonces tendrá que añadir a sus cuentas los gastos derivados de alquilar esos mismos aviones. Los últimos trascendidos hablaban de la venta o alquiler a otras aerolíneas de 5 Airbus 320, que aún no han sido entregados por el fabricante. En Argentina, afirman, todo sigue de acuerdo a lo programado: en diciembre llegaría un 3º B737-800 que volaría a Bariloche, además de aumentar frecuencias a otros destinos, y en enero un 4º que permitiría incorporar Salta.