Según cifras aportadas por el portal anna.aereo sobre la base de datos de la consultora suiza ch-aviation, en 2017 un total de 81 aerolíneas comenzaron a volar mientras que 26 cerraron. Europa tiene la mayor cantidad de nuevas empresas (31), pero también la mayoría de los fracasos (14). Entre las que declararon insolventes o iniciaron proceso de quiebra en Europa se destacan la británica Monarch Airlines, con 50 años de actividad; airberlin que incluye a su filial austríaca Niki; y Alitalia, aún operativa y bajo intervención administrativa extraordinaria, gracias a un préstamo del Gobierno italiano. Afortunadamente, en el mismo período, han nacido más del triple de nuevas aerolíneas. Para algunos, las condiciones para poner en marcha una nueva aerolínea no podrían ser mejores por el favorable viento económico, bajos precios del combustible y bajas tarifas que estimulan una sólida demanda en casi todos los mercados. Para otros, factores como el Brexit, la inestabilidad geopolítica y los problemas de seguridad, no podrían ser peores para permanecer en el negocio. Preparándose justamente para el Brexit, EasyJet solicitó certificado de operador aéreo (AOC) en Austria, para su nueva filial EasyJet Europa, mientras que Thomas Cook Airlines creó en octubre una nueva filial en Palma de Mallorca, Thomas Cook Airlines Balearics, con AOC español. En Latinoamérica de 11 nuevas compañías aún no arrancan siete: Aerodesierto en Chile; Buenos Aires International Airlines, LASA Líneas Aéreas y Polar Líneas Aéreas en Argentina; Gran Colombia de Aviación y Providencia Connection en Colombia; y Latin American Airlines, en Perú; mientras que ya operan la ultra low cost JetSmart en Chile, Azul Uruguay, Norwegian Air Argentina y VivaAir Panamá.
