La compañía estatal decidió levantar, como ha ocurrido en años anteriores, de mayo a septiembre las frecuencias que unen estas dos ciudades patagónicas, de fuerte peso turístico. En la compañía argumentan que la ocupación en esta época del año baja por lo que la utilización de los equipos en otros destinos, como Bariloche o Chapelco, resulta más rentable. Autoridades locales dicen no haber sido notificados oficialmente y que se enteraron por los operadores mayoristas que no encontraron los vuelos en los sistemas. “Es una locura”, dicen en las secretarias de turismo mientras reclaman la intervención de los ministros nacionales de Turismo y de Transporte. La desprogramación está prevista a partir del 2 de mayo. Autoridades de Turismo de Tierra del Fuego se habrían reunido este lunes en Buenos Aires con funcionarios de la empresa. Las de Calafate, por su parte, confiaban en poder hablar también con funcionarios de Aerolíneas esta semana en Madrid durante FITUR. Ambos confían en modificar la decisión, teniendo en cuenta la proporción de extranjeros que utilizan la conexión. “La medida es revisable y modificable”, confían. A lo mejor la solución es dejar una frecuencia semanal.
