La Audiencia de Barcelona terminó por revocar la sentencia de primera instancia que responsabilizada a los gestores de Spanair por la quiebra de la empresa. En primera instancia, los directivos habían sido encontrados culpables del concurso de quiebra y se les había impuesto una multa de € 10,8 millones. Sin embargo, la Audiencia cambió ahora la consideración de culpabilidad, entendiendo que el concurso fue fortuito, es decir que sucedió casualmente, rescatando la buena fe de los administradores que habrían intentado hasta el momento alcanzar una alianza con otra transportadora que hubiera supuesto la salvación de Spanair. “La actuación del Consejo de Administración estuvo orientada en todo momento a encontrar una solución que ofreciera viabilidad a la compañía, y que solo cuando parecía razonable que esa posibilidad no existía, hacia finales de enero de 2012, se presentó el concurso”, dice el fallo de la Audiencia.
