La nueva “B”, como se la conoce internamente, comenzó a construirse al día siguiente de la inauguración de la Terminal C, el 10 de julio de 2011. Dispone ahora de 42.300m2 de plataforma, cinco mangas de embarque, 28.795m2 cubiertos en la Terminal, 720m2 para servicios comerciales y gastronómicos, 20 puestos de check-in y 34 de migraciones, además de 376 posiciones adicionales de parking. Unos 5.391m2 están destinados al preembarque internacional, 2.290m2 en el hall de arribos y 200 m2 para salas VIP. Las obras, que demandaron 17 meses y el trabajo de unos 1.000 operarios y requirieron una inversión de 570 millones de pesos, duplican la capacidad operativa del Aeropuerto y lo posiciona “entre los más modernos de América Latina”, dijo la empresa. El edificio se caracteriza por sus amplias superficies vidriadas lo que permite un uso racional de la energía y una gran vista panorámica de todo el exterior. El diseño permite dividir el flujo de pasajeros a través de sus cuatro niveles lo que posibilita organizar los embarques y arribos por las diferentes alturas asegurando la mejor circulación dentro del aeropuerto. El tercer nivel, dispone de seis modernas salas VIP y tres pasarelas mecánicas que brindan mayor confort en el traslado de los pasajeros. Las obras en la Terminal B forman parte de un mega proyecto para Ezeiza que, una vez concluido, tendrá capacidad para atender 13 millones de pasajeros anuales y realizar 90.000 operaciones también en ese plazo.
